Florencia, dos días con sus noches, suficiente para recorrer gran parte de su centro histórico.
Florencia llena de turistas, entre los cuales me incluyo, gente por sus estrechas calles, algunas veces sin demasiada educación.
Llegamos al mediodía en el tren de Milán, en algunos trayectos alcanzaba una velocidad de 240 km/h, ver desde la ventanilla lo despacio que van los coches me gusto.
la estación de Florencia es un hormiguero, gente que sale, otros entramos en esta ciudad histórica.
Los precios de las cafeterías aumentan en relación a Milán. Como anécdota la primera mañana desayunamos en una cafetería cercana al hotel, con un vale descuento del mismo. Nos atendió un camarero indio, de la India, malhumorado, eran las 08 AM y no tenía muchas ganas de trabajar, además entraron ocho americanos y se montó un lío; a la hora de pagar no me daba la vuelta, se hacía el longi…
Al día siguiente escogí la cafetería en donde desayunar, un camarero italiano nos atendió con toda su gracia, dos cafés y dos cruasanes de la casa; a la hora de pagar, después de varias sonrisas y de que nos felicitara por la elección de los cruasanes, me calco 18€, y tan tranquilos…