Hace años que escribí un post, en el cual comentaba que mezclar política y deporte, puede dar un cierto ardor.
Este es el caso del Festival Longboard de Salinas, suspendido el pasado año 2022, el cual vuelve a la carga, no sin despachar diferencias entre su fundador y el equipo del Ayuntamiento de Castrillón.
El artículo en la prensa regional del pasado día 12 de marzo, deja constancia de ello.
Un evento como el Festival Longboard de Salinas no tiene desperdicio, y por ello sacrificar una semana de verano en una playa con olas, y su repercusión a nivel mundial es un buen escaparate para un municipio, el cual, tiene una infraestructura deseable para este tipo de eventos.
En los círculos Surf, he escuchado varias versiones sobre la suspensión del año pasado, no por ello saco mi propia conclusión.
Una versión bastante difundida, es que su organizador pasaba el año en Fuerteventura, y que solo venía a Asturias unos días, para ganar unos €uritos. Lo cual personalmente no me parece mal, es un trabajo, el cual debe de tener una compensación económica.
Otra versión es más política que económica, su organizador no es o no era muy afín a las ideas de los actuales regentes.
Hoy leyendo los comentarios de la prensa, me situo en esta segunda disposición. Meter cizaña a lo ajeno, es común de los mentideros. Solo eso…
En mi obsesión Surfing, el Karma tiene un referente y en mi lista, siempre lo relaciono con las olas que presentan estos eventos. Y esto es, de lo que vamos a disfrutar.