Hace unos días en Playa España un bodyboarder me pregunto, ¿eres de Santander?, muy amablemente le contesté que no, la conversación continuó con solo una frase más, me comenta, en Asturias nunca había visto Kneeboard en el agua, y le conteste, has visto poco.
En Asturias practicamos Kneeboard desde los años 70, en Salinas “Pipelines” y en Gijón un servidor.
Al cabo de unos días recibo una llamada, una persona conocida practicante de Kneeboard, quiere hablar conmigo de temas relacionados con mi trabajo, quedamos y charlamos durante una hora, de trabajo y de nuestra afición, Kneeboard Surfing.
Me comenta que intentó hacerse socio de un club de “Kneeboarder” ó Kneelo´’s, como los quieran llamar, que la cuota de inscripción era muy cara, hablaba de miles de euros. Me comentó que después de un trato temporal con estas personas del «club», se dio cuenta de que solo el verbo “utilizar” era lo que le habían demostrado.
En parte me dio la razón sobre los hechos acontecidos hace años. Con estas palabras nos despedimos después de haber tenido nuestras diferencias.
En resumen, en Asturias se practica Kneeboard Surfing con entera libertad, somos pocos pero nos divertimos, y sobre todo nos gusta “correr olas”, dejando marcas comerciales, modas, clubs, subvenciones, tapujos, campeonatos sin controles anti-doping, festivales y similares al otro lado del río, aunque en Asturias podría ser de la ría.