«De rodillas sobre la tabla estás más cerca del mar y te sientes más libre»
POST ORIGINAL: http://www.diariovasco.com/v/20111125/san-sebastian/teso-20111125.html
Nació en Binningen, ciudad y comuna suiza de habla germánica en el condado de Basilea Campiña, patria chica de Roger Federer. Pastelero de oficio que no revela los ingredientes secretos de las ‘delicias de Basilea’, pasó mucho tiempo en Inglaterra. Fregó platos y creó páginas web. Se enamoró de una muchacha de Ibarra y por eso nuestra charla fue en euskera, aunque también podría haberse desarrollado en inglés o alemán, los dos idiomas que, cuando no anda cogiendo olas en La Zurriola o en Hendaya, enseña en la academia Elduayen de Ondarreta. Hablamos en Itxasmagalean. Había demasiada mar para Phil (lo suyo son las olas de dos metros) así que su plan, antes de ir a trabajar, era tirarse a la piscina de Zuhaizti.
– Nada que ver las olas de La Zurriola con las calles de la piscina de Zuhaizti.
– No , claro, pero al fin y al cabo, es agua y yo necesito estar dentro del agua lo más que puedo.
– Dicen que eres el único especimen humano que practica kneeboard en estas tres playas.
– Por eso, cuando me ven entrar en el agua todos se preguntan entre asombrados y orgullosos de sus tablas largas, con quillas traseras y de muy buena marca: ¡¿pero qué demonio es eso?!’
– ¿Y qué es?
– Una tabla de ‘knee’ que como sabes significa rodilla.– ‘Belauna’, ‘das Knie’… ¿Cómo se te ocurrió?
– Viendo una película en internet.
– ‘El gran miércoles’ no sería. ¿Alguna de las que el Surfilm Festival ha ido poniendo?
– No. Se titula ‘Crystal Voyager’.
– ¿La de Elfick y Greenough de 1973?
– Sí, esa que tiene una escena final impresionante donde suena el ‘Echoes’ de Pink Floyd. Ahí vi por primera vez a gente surfeando de rodillas sobre la tabla. Me pareció curioso. Me gustó y me enganché.
– Pero tú habías surfeado antes. De pie.
– Me aficioné al surf cuando viví en Brighton. Allá me compré mi primera tabla.
– Guau, entonces ya no serías un simple camarero. Te habrías convertido en un webmaster, fijo.
– La pillé de segunda mano.
– ¿Por cuánto?
– Diez euros.
– Yo que tú no lo iría diciendo por estas playas en voz alta.
– ¿?
– Ya sabes, como el anuncio ese del coche que es tan barato que la pareja no quiere comprárselo porque no puede pagar tan… poco.– Es verdad. En esto del surf y por estas olas hay bastante pijoterismo. Mucha tabla de marca y mucho neopreno y chancletas de firma.
– Compréndelo, Donostiako estiloa… ¿Surfeas más a gusto hacia Las Landas?
– El mar nunca es pijo. Algunos surfers, sí. Me gusta más el ambiente de Asturias. Además hay poca gente. Y es uno de los lugares donde sí practican el kneeboard.– En Cantabria también ¿no? He visto en YouTube imágenes de un campeonato de kneeboard celebrado allá
– Ah, sí. Estaban unos cuantos kneeboard surfers de los de verdad: Oliver Banney, ‘Godofredo’, Rubén Gutiérrez… También Neil Bird.
– ¿Neil? ¿El artesano fabricante de tablas Sneilboards? ¿El australiano de Bermeo?
– El mismo. Cuando empecé a buscar referencias de esta modalidad por la red alguien me pasó su contacto y acabó haciéndome una tabla de knee. Él se define totalmente como un kneeboarder. En realidad, esta manera de coger olas se practica bastante, mucho, en California, Inglaterra y Australia.– ¿Qué se siente de rodillas sobre una tabla que es más ancha, más corta, fina y algo más pesada?
– Para pesada, la que yo me hice.
– ¿Te hiciste tu propia tabla?
– Sí, en el taller de un amigo surfista de Hendaya.
– ¿Y cómo salió?
– Bueeeenooo. Lo que te he dicho: pesada. Una cosa que no hemos comentado: en el kneeboard las quillas de la tabla no están tan atrás sino un poco más adelantadas.– Y se llevan aletas.
– Ayudan mucho a coger las olas.
– No me has dicho la diferencia entre surfear de pie o de rodillas.
– Me siento más libre. Me divierto mucho. Me gusta jugar con los brazos y sentir la ola tan cerca de mí.
La prensa escribe la palabra «Kneeboard» y nosotros también: https://tike10.com/category/kneeboard