Fragmento de una obra de Quevedo:
No olvides que es comedia nuestra vida
y teatro de farsa el mundo todo,
que muda el aparato por instantes
y que todos en él somos farsantes;
acuérdate que Dios, de esta comedia
de argumento tan grande y tan difuso,
es [el] autor que la hizo y la compuso.
Al que dio papel breve
solo le tocó hacerle como debe;
y, al que se le dio largo,
solo el hacerle bien dejó a su cargo.
Si te mandó que hicieses
la persona de un pobre o un esclavo,
de un rey o de un tullido,
haz el papel que Dios te ha repartido;
pues solo está a tu cuenta
hacer con perfección el personaje
en obras, en acciones, en lenguaje;
que, al repartir los dichos y papeles,
la representación, o mucha o poca,
solo al autor de la comedia toca.